Se
sabe desde Freud que los sueños son “guardianes del dormir”. Es decir, la
actividad onírica nos deja dormir en paz. Otra cosa que nos menciona el padre
del Psicoanálisis referido al tema es que “el contenido de los sueños son
alucinaciones de los sueños insatisfechos”. Concretamente, entonces, dormimos
plácidamente de manera automática, cuando en realidad esas imágenes expresan
hechos, fantasías, que por razones diversas, no hemos podido concretar durante
el día.
Freud
se centro en el tema de los sueños y el erotismo o sexualidad. La respuesta es
relativamente simple: los sueños eróticos o no, se encuentran disfrazados de
ropajes simbólicos que solo especialista
en el tema pueden interpretar , ya que estos sueños que nos transportan a un
mundo de fantasías vienen disfrazados de
distintas simbologías. Un sueño erótico puede incluir elementos de lo conocido,
lo desconocido o una combinación de ambos. Para entender el erotismo de un
sueño es importante prestar atención a aquello que se denomina, técnicamente,
“el resto diurno”. O sea, a los acontecimientos del día anterior o dos días
anteriores aproximadamente, que hayan entrado a formar parte del sueño erótico
de esa noche.
Fuente:
Revista “Psicología Positiva” es propiedad de VI-DA Producciones S.A. Buenas
Aires- Argentina.
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