En la antigua Grecia los buenos médicos tenían un papel muy importante, como lo atestiguan algunos poemas homéricos. Tanto en los tiempos de paz como en los de guerra, el médico era considerado un artesano necesario, indispensable y muy apreciado, ya que el oficio que realizaba demandaba mucha habilidad manual y el ejercicio constante de la inteligencia. Ya desde mucho antes de Hipócrates la medicina se habría desarrollado sobre supuestos empíricos y técnicos, al margen de la medicina religiosa y de cualquier tipo de supersticiones.
Fueron los médicos hipocráticos quienes consolidaron el carácter científico en la medicina ya que mostraban un esfuerzo metódico y sistemático por alcanzar la condición de ciencia positiva. Los médicos hipocráticos no conocían el sistema nervioso, tenían escasos conocimientos de la anatomía, el sistema vascular y la química , todo lo explicaban en función de los humores: flema y bilis, amarilla y negra.
Los médicos hipocráticos utilizaban un proceso metódico para pronosticar la enfermedad y medicarla. Sus pasos eran la observación de los síntomas, la conjetura sobre las causas morbosas, la medicación y la reflexión para así poder aplicar los recursos de la ciencia. La observación del enfermo y el uso de los sentidos eran fundamentales para el médico hipocrático. Con ellos podemos concluir que se da una gran similitud con los pasos que sigue el psicólogo para poder comprender mejor a su paciente y darle la ayuda necesaria para obtener buenos resultados.
Separata
de Historia de la Psicología 2013-I.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario